martes, 1 de abril de 2008

Pero no la mires mucho

Cuando quiero que estés de este lado, estas. Cuando quiero que estés del otro lado, también estas. Pero si quiero ponerme en el medio, no estoy. No la mires mucho. No me mires mucho. Así era Libertad. Realmente no sabía hasta dónde llegar, sus emociones cambiaban con el amanecer y volvían a cambiar con la luna. Libertad esta encerrada en varias ideas que venían como las olas del mar, rompían en la orilla. Libertad soñaba con ese algo que no sabía, que no sabía si iba a poder cumplirlo, quería y podía, quería y no podía. Libertad se encerró en una jaula de monos, de monos que no hacía monerías, pero realizaban hazañas inconclusas, que nunca se cumplían. Libertad decidió cambiar de aires, Libertad decidió salir. Entonces llamó a la puerta, puso un pie en la tierra y grito: “Libertad”

No hay comentarios: