martes, 1 de abril de 2008

Pero No. Eso no es.

La gente se para en la vereda a hacer avistaje ¿Qué entendemos por avistaje? Abrir los ojos bien, moverlos de arriba abajo observando detalladamente. El proceso va acompañado con la mano en la cintura.
No, claro que no. Eso no es avistaje. Algunos piensan que este proceso es algo con lo que se nace. Claudia dice: “Es innato, en mi familia somos dos los afortunados que lo tenemos”
Pero no, claro que no. Eso no es avistaje. Un grupo de mujeres adolescentes se hacen llamar “Las Avistaje”. Damitas que en la disco se paran en ronda y cuchichean, turnándose una por una, para levantar la cabeza mirando sin escrúpulos a la víctima.
No, claro que no. Es no es. A ver… tomemos el sentido literal de la palabra. La preposición “A” es la “A” privativa. Y el resto de la palabra “vistaje” hace referencia al proceso de ver.
Pero no, no y no. Eso no es avistaje.
Avistaje, avistaje. ¿No es cuando las personas se paran cerca del aeropuerto a ver los aviones? Sí, eso es.

Pero no la mires mucho

Cuando quiero que estés de este lado, estas. Cuando quiero que estés del otro lado, también estas. Pero si quiero ponerme en el medio, no estoy. No la mires mucho. No me mires mucho. Así era Libertad. Realmente no sabía hasta dónde llegar, sus emociones cambiaban con el amanecer y volvían a cambiar con la luna. Libertad esta encerrada en varias ideas que venían como las olas del mar, rompían en la orilla. Libertad soñaba con ese algo que no sabía, que no sabía si iba a poder cumplirlo, quería y podía, quería y no podía. Libertad se encerró en una jaula de monos, de monos que no hacía monerías, pero realizaban hazañas inconclusas, que nunca se cumplían. Libertad decidió cambiar de aires, Libertad decidió salir. Entonces llamó a la puerta, puso un pie en la tierra y grito: “Libertad”