martes, 9 de septiembre de 2008

"WorkSho" Generación yo, yo y yo.

Acá va una nota para la revista cartelera de la facultad. Como verán me sentí estafada.


Prendo la PC, el monitor… y después de una larga espera y unos buenos pedaleos se terminar de cargar. Mi casilla de mensajes decía: Band. Entrada (1)
Era el mail que tanto había esperado. Mi mejor amiga se había ido de viaje hace un mes y no había tenido ninguna noticia. Al abrirse la página, me llevo la sorpresa de que no era mi amiga, sino el Señor B. Seguramente es un incentivo para que sigamos participando en los concursos, o capaz era un aviso que se me caían todas las materias por no rendir finales. Sí, suelo ser demasiada tartamuda y los profesores me terminan diciendo “Aguiar, búsquese un profesor de oratoria”. Pero eso no viene al caso ahora.
El mail era una invitación para un Workshop de Fabiana Renault (casi la única mujer en el rubro) que se dictaría en la sede de nueva córdoba. Lo interesante era, que para los que participaban anotarían un crédito más para las materias electivas.
En cuanto llegué a la entrada había un par de mujeres que, seguramente se sentían identificadas, por ser algunas de las pocas.
Ellas gritaban: Dame una “F”
Ellas mismas respondían: Te doy la “F”
- Dame la “a”
- Te doy la “a”
- Dame la “b”
- Te doy la “b”
- Dame la “i”
- Te doy la “i”
Una del montón gritó con mucha fuerza: “¿¡Qué se formó!?”
“¡¡FABI!!” terminaron de gritar, por que más que canto grito, las damitas que parecían haber concursado en operación triunfo.
Me entusiasmé y pensé: “Esta Fabiana debe ser realmente buena, ya tiene su propio club de fans” Y entré emocionada por todo el show. Ahí me encontraba frente a ella, viendo como hablaba y decía cosas, y hablaba y decía cosas. Hablaba y se veía interrumpida por un colaborador pelado que parecía tener éxito con las mujeres del club (viste lo que dicen de los calvos, ¿no?). Formamos grupos para realizar una actividad, o mejor dicho: para irrumpir en la realidad cotidiana. O mejor dicho: hacer un BTL (publicidad below the line) Hubo propuestas desde “El hombre rata” hasta “Un cierre que abre cabezas” Por supuesto para entenderlas, habría que saber más de sus conceptos. Después de un cierre con un discurso, escrito por ella supongo, bien incentivador, bien machista y bien hablado, nos entregó nuestros diplomas impresos en nuestra universidad, que tenían nuestro nombre y su extensa firma. Ese día cuando llegué a casa, miré mi diploma, volví a mi rutina y prendí la compu. Fue entonces que esperé el mail de mi amiga que estaba de viaje.

PD: Si querés unirte a la nueva sensación de “Fabi y el Pelado”. Por favor, mandá un mensajito con la palabra “habla fabi,” al 2020.