jueves, 12 de noviembre de 2009

Ella y Él

Ella quería ser feliz. Pero se sentía bipolar. Le habían dicho que las sensaciones no mienten, y que la cabeza sí, que las sensaciones brotan a flor de piel, y que los pensamientos nacen como nosotros queremos. Ella se sentía perdida.
Perdida en sentimientos encontrados y extraviados, en llantos felices y tristes. Sola. Sola pero en pareja, una pareja que habla pero no está, que dice pero no lo ve hacer, una pareja que ama y se dejó ir.

Él quería encontrarse. También necesitaba ser feliz. Le habían dicho que viajar te abría la cabeza, y que quedarse era seguir nadando contra la corriente, que viajar era encontrarse con uno mismo, y que quedarse era hundirse. Él se vio partir.
Partir significaba dejar la vieja vida para buscar otra. Él necesitaba darse un lujo antes de convertirse en hombre de familia, de negocios, de rutina. Él necesitaba descubrirse para volverse a encontrar cuando vuelva, él ansiaba lo que ella también anhelaba.

Ellos quieren lo que son cuando están solos. Pero la soledad no tiene cabida cuando se está tan frágil, de mente y de corazón. A ellos les habían dicho que nadie quiere morir solo, que todos buscan siempre alguien con quien terminar su camino, que morir solos era injusto y soberbio. Ellos quieren lo que son cuanto están solos.

Ella y él no se sienten egoístas por dejarse de lado un tiempo en busca de su propia felicidad. Ellos habían llegado a un acuerdo, que decía que podían ser felices un tiempo separados, separados de todo aquello que alguna vez fue de los dos, y que volvería a serlo cuando se vean de vuelta. Él tenía que encontrarse sin quedar atado al pasado por un tiempo. Ella tenía que vivir lo que él vivió a su edad.

Ellos ganan lo que ellos separados anhelaban: un tiempo para sí mismos.

No hay comentarios: